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Tipos de vehículos de empresa: ¿por qué apostar por el autogas?

Tipos De Vehículos De Empresa ¿Por Qué Apostar Por El Autogas

Los vehículos de empresa y la movilidad se convierten, a menudo, en ejes centrales para el crecimiento de algunas actividades.

La rentabilidad y la eficiencia de algunos negocios como las empresas de reparto, de las empresas de transporte o de los departamentos comerciales, por ejemplo, vendrá determinada en gran medida por las prestaciones de su flota de vehículos.

En este artículo queremos hablarte de los distintos tipos de vehículos de empresa y poner el foco en uno de los combustibles clave para la transición energética: el autogas.

Vehículos de empresa o comerciales

Los vehículos de empresa son aquellos vehículos adquiridos por una determinada sociedad para que puedan ser utilizados por sus empleados. Este tipo de vehículos pueden utilizarse tanto para transportar pasajeros como mercancías.

Las corporaciones suelen adquirir este tipo de vehículos cuando los trabajadores necesitan desplazarse a diario para realizar sus tareas laborales (por ejemplo: un vendedor, un repartidor…).

Una de las grandes ventajas de adquirir vehículos de empresa reside en la deducción fiscal, dado que tanto empresas como autónomos pueden descargarse el gasto derivado de este tipo de vehículos. Además, estos vehículos pueden aparcar en zonas de carga y descarga y pueden reforzar la imagen corporativa de la empresa, ya que suelen estar vinilados.

Para poder diferenciar un vehículo de empresa de un vehículo ordinario podemos fijarnos en varios aspectos como:

  • La Tarjeta de Inspección Técnica (ITV): En la primera casilla de esta tarjeta, se especifica la Categoría CL. Se trata de un número de cuatro cifras que define el tipo de matriculación del vehículo. Si estamos ante un turismo ordinario, esta casilla tendrá el número 1000. Si, por el contrario, indica el número 3100 quiere decir que se trata de un vehículo mixto adaptable o comercial.
  • El peso bruto: Cuando la masa máxima autorizada del vehículo alcance los 3500kg, estaremos ante un vehículo comercial.
  • Transporte de pasajeros: Vehículos con capacidad para transportar a 16 personas.
  • Transporte de materiales peligrosos: Todos los vehículos que transportan materiales peligrosos se consideran vehículos comerciales.

Tipos de vehículos de empresa

Una vez definido qué es un vehículo de empresa, veamos cuáles son los principales tipos que existen en el mercado:

  • Automóviles comerciales: Para aquellas empresas de pequeña dimensión, las que necesitan transportar cargas pequeñas o las que disponen de un equipo de comerciales que necesita desplazarse, un automóvil comercial se convierte en la mejor opción. Estos vehículos son fáciles de manejar y no necesitan licencias de conducción avanzadas. Son, además, más económicos.
  • Furgonetas: Existen dos tipos de furgonetas comerciales: el vehículo comercial ligero y el vehículo mixto adaptable. El vehículo comercial ligero es aquel que transporta mercancías con una masa máxima autorizada (MMA) de 3500 kg. Solo dispone de una fila de asientos y el resto del vehículo se destina a la carga. Su uso es, por tanto, estrictamente profesional. Por otro lado, el vehículo mixto adaptable está orientado al transporte simultáneo de personas y de mercancías. La altura de este tipo de vehículos debe ser igual o superior a 1,80m (excluyendo a los todoterrenos, que no se consideran vehículos comerciales). El vehículo mixto adaptable se caracteriza por un menor impuesto de matriculación en función de las emisiones y permite deducir entre un 50% y un 100% del IVA si su uso es estrictamente profesional.
  • Camiones: El camión es otro de los vehículos comerciales más comunes. Destaca por su robustez y por su amplia capacidad de carga de mercancías.
    Camionetas: Se trata de un camión de menor tamaño. Su capacidad de carga es, en consecuencia, menor que la de un camión. Estos vehículos pueden utilizarse, por ejemplo, en negocios de foodtrucks.

¿Qué aspectos tener en cuenta para elegir el mejor vehículo de empresa?

Si necesitas un vehículo para tu negocio, pero aún tienes dudas sobre cómo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y a las de tu actividad, antes es importante fijarse en algunos elementos como:

  • El tipo de actividad empresarial: Cada actividad empresarial tiene unas necesidades específicas. En este sentido, será vital identificar cuál es el vehículo qué mejor se adapta a nuestras necesidades. ¿Necesitamos más espacio de carga? ¿Necesitamos una movilidad ágil en espacios urbanos? ¿Necesitamos recorrer largas distancias? Debemos analizar estas y otras cuestiones antes de decantarnos por un vehículo u otro.

  • ¿Para quién es el vehículo y cuál es su función?: Otra de los aspectos a tener en cuenta es quién va a ser el conductor del vehículo y cuál es su rol dentro de la compañía (directivo, comercial, servicio de técnico, repartidor…). En función de las tareas que debe desarrollar o de la imagen que deba proyectar, será más adecuado un vehículo u otro.
  • Zonas por las que debe circular el vehículo: El terreno o lugares por los que circulará habitualmente el vehículo es también un factor determinante a la hora de tomar una decisión. No será lo mismo tener que desplazarse por ciudad (y aparcar o tener en cuenta restricciones de movilidad según el combustible usado), que tener que hacer recorridos largos por autopista o recorrer pistas en zonas rurales. Debemos elegir el vehículo adecuado para optimizar el rendimiento y la eficiencia de los consumos al máximo.
  • Tipo de combustible: Otro de los factores importantes a la hora de elegir un vehículo comercial es el tipo de combustible utilizado. Los combustibles pueden ser más o menos eficientes, más o menos económicos y más o menos contaminantes. Lo ideal es seleccionar un vehículo que utilice el combustible más económico, más limpio y más eficiente posible, como es el caso del autogas. De esta forma, lograremos un ahorro económico, nos podremos beneficiar de ayudas fiscales o evitar restricciones a la contaminación como el acceso a zonas de bajas emisiones de algunas ciudades y estaremos proyectando una imagen acorde a nuestra Responsabilidad Social Corporativa (RSC), entre otros.

Autogas para flotas y vehículos de empresa: ventajas principales

A la hora de elegir el combustible de nuestro vehículo de empresa se nos presentan varias opciones: diésel, gasolina, vehículo eléctrico, GNV, GLP o autogas…

Precisamente hoy queremos hablarte de este último, el autogas. El autogas es un combustible que combina propano y butano. Estos dos gases se someten a altas presiones hasta pasar a estado líquido, reduciendo notablemente su volumen y pueden adaptarse perfectamente a depósitos de tamaño reducido.

El autogas, también denominado GLP, es un combustible limpio, eficiente, silencioso y económico. Además, su carga impositiva resulta menor que la de otros combustibles, como el diésel o la gasolina, por lo que puede proporcionarte ahorros de hasta un 40%.

Por otro lado, este combustible genera muchas menos emisiones perjudiciales para el medio ambiente, la calidad del aire y la salud de las personas. Los vehículos de autogas reducen sus emisiones de CO2 hasta un 24%, sus emisiones de óxido de nitrógeno hasta un 85% y sus emisiones de partículas hasta un 99%. Así, los vehículos comerciales de autogas te ayudarán a reducir la huella de carbono de tu empresa, lo que reflejará sus valores medioambientales.

Y es que sus ventajas son múltiples. Si quieres conocerlas más a fondo, puedes leer nuestros posts “Autogas (GLP): Ventajas y razones para usar uno de estos coches” y “Coches autogas: crecimiento y novedades del sector”. Además, debes de saber que hoy en día también es posible convertir tu coche a GLP mediante la transformación o adaptación de tu coche de gasolina a GLP. Ello te permitirá utilizar este tipo de combustible sin la necesidad de comprar de un vehículo nuevo.

De la misma manera, para vehículos de mayor tamaño y con mayores necesidades energéticas, existe la posibilidad de decantarse por el Gas Natural Vehicular (GNV). Te contamos más sobre ello en “GLP O GNC: ¿Qué combustible es mejor?” y “Diferencia entre GNC y GNL”.

Sin duda alguna, escoger el tipo de vehículo y combustible que más se ajuste a las necesidades de la empresa será vital para conseguir resultados de eficiencia y rentabilidad. Sin embargo, es importante ser conscientes que, ante la emergencia climática que estamos viviendo, está en la mano de todos nosotros, ciudadanos, empresas y gobiernos, poner nuestro granito de arena y contribuir a ello mediante el uso de energías más limpias y claves para la transición energética como es el caso del autogas.

De la misma forma, no debemos olvidar que el vehículo de empresa proyecta nuestra imagen corporativa. Apostar por combustibles limpios reflejará el compromiso de nuestra compañía con la sostenibilidad energética y medioambiental. Un aspecto, sin duda, cada vez más valorado y apreciado por los consumidores de todos los sectores.