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¿Qué es el balance neto de emisiones y por qué es importante?

¿Qué Es El Balance Neto De Emisiones Y Por Qué Es Importante

Es probable que ya hayas oído hablar de conceptos como el balance neto de emisiones o la neutralidad de carbono. Pero, ¿a qué hacen referencia? ¿Por qué son tan relevantes?

La actual situación climática es muy preocupante. El aumento de las temperaturas está procurando una importante degradación medioambiental y es la causa directa de los numerosos desastres naturales que hemos visto en los últimos años (sequías, incendios, inundaciones…).

La evidencia científica lo advierte: debemos tomar urgentemente medidas para reducir nuestras emisiones y nuestro impacto en el medioambiente. Solo así podremos hacer esta frente a esta amenaza global.

Por ello, en este post queremos hablarte del balance neto de emisiones. ¿Qué es y por qué es tan importante? ¡Sigue leyendo!

Emisiones contaminantes: principales tipos

Comenzaremos por el principio. Las emisiones contaminantes son sustancias, provenientes principalmente de la actividad humana, que provocan la contaminación de la atmósfera.

La emisión de dichas sustancias altera la composición atmosférica, repercutiendo en la calidad del aire. Esto tiene graves efectos sobre la salud y sobre el medio ambiente.
En la actualidad, podemos distinguir distintos tipos de emisiones contaminantes.

  1. Emisiones provenientes de fuentes móviles (transporte): Son el dióxido de carbono (CO2), el óxido de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos (HC), partículas de hollín, derivados de HC y NOx y el ozono (03).
  2. Emisiones provenientes de fuentes fijas (industria, ámbito doméstico, agroganadería y vertederos): Son el CO2, el bióxido de azufre (SO2), los NOx, los HC, las partículas de hollín, los metales pesados, los clorofluorocarbonos (CFC) y el metano (CH4).
  3. Emisiones que surgen de la producción de energía: Son el CO2, el SO2 y las partículas de hollín.

Emisiones directas e indirectas

Todos los integrantes de la sociedad, incluidos individuos, estados y empresas, deben adquirir un compromiso para reducir sus emisiones. Hacer frente a la actual crisis climática es responsabilidad de todos.

En este sentido, cuando hablamos de emisiones contaminantes, podemos distinguir también entre las emisiones directas y las indirectas.

Las emisiones directas son aquellas que se producen directamente por el agente social (individuo, estado o empresa) y sus actividades. Son las emisiones que se emiten desde las fábricas, desde las casas o desde los vehículos.

Por otro lado, las emisiones indirectas son las emisiones de segundo nivel como pueden ser, por ejemplo, las asociadas al consumo de energía. El productor de energía genera, a su vez, emisiones contaminantes tanto en la generación como en la distribución de la misma. De esta manera, cuanta más energía consuman los usuarios, más emisiones generará el producto.

¿Qué es el balance neto de emisiones?

El balance neto de emisiones contaminantes representa la diferencia entre la cantidad de emisiones emitidas a la atmósfera y la cantidad de emisiones evitadas.

Así, un balance neto positivo significa que se emiten más emisiones contaminantes de las que se evitan, mientras que un balance neto negativo representa justo lo contrario.

De esta manera, el balance neto significa la compensación perfecta entra las emisiones que se emiten y las que se retiran de la atmósfera.

¿Por qué es importante el balance neto de emisiones?

Teniendo en cuenta la actual situación de emergencia climática, conseguir un balance neto de emisiones a cero es esencial para conservar la integridad del planeta.

Dado que la actividad humana continuará emitiendo emisiones a la atmósfera, resulta imprescindible adoptar una estrategia orientada a lograr el equilibrio, de tal manera que consigamos retirar el mismo volumen de emisiones de la atmósfera de las que emitimos.

Muchos países se han adscrito al Acuerdo de París acerca del Cambio Climático. Este acuerdo exige mantener la temperatura del planeta en 1.5º C por encima de las temperaturas registradas en la era preindustrial. Sin embargo, esta meta resulta imposible de alcanzar si no se toman medidas urgentes.

El balance neto de cero emisiones es el objetivo fijado para el año 2050. Si todos aunamos esfuerzos este objetivo es alcanzable.

Relación entre balance neto de emisiones y neutralidad de carbono

Estrechamente relacionado con el balance neto de emisiones, existe otro concepto importante: la neutralidad de carbono.

El dióxido de carbono (CO2) es una de las grandes causas del cambio climático. Precisamente por ello, es importante reducir las cantidades de esta sustancia que se emiten a la atmósfera.

En este sentido, podemos decir que la neutralidad de carbono se logra cuando la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera es equiparable a la cantidad de emisiones de CO2 que se retira de la atmósfera.

De esta manera, se consigue un balance cero.
Recordemos que los bosques y las plantas actúan como sumideros de carbono, absorbiendo esta sustancia de la atmósfera en su proceso de fotosíntesis.

¿Cómo contribuir y avanzar hacia un balance neto de emisiones?

Como hemos visto, avanzar hacia un balance neto de emisiones es responsabilidad de todos. Pero, ¿qué podemos hacer para conseguirlo?

  1. Generar electricidad con cero emisiones de carbono: Esto es posible gracias al uso de fuentes de energía renovables, limpias y no contaminantes.
  2. Utilizar combustibles limpios y libres de carbono en el hogar, en el transporte y en la industria: Sustituir los combustibles fósiles tradicionales para generar calor, electricidad o agua caliente sanitaria por otras energías limpias, como pueden ser las renovables, el gas propano o el biopropano, contribuirá en gran medida a frenar el volumen de emisiones contaminantes. En la actualidad, vivimos en la llamada transición energética. Se trata de un proceso progresivo definido por las instituciones y que nos conduce a un horizonte libre de emisiones.
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  3. Apostar por la eficiencia energética: Utilizar la energía de forma moderada y responsable será vital para reducir las emisiones.
  4. Fomentar el transporte sostenible: Otra de las medidas a tener en cuenta de cara a frenar las emisiones contaminantes consiste en fomentar el transporte público y los desplazamientos a pie o en bici. También se debe impulsar la movilidad eléctrica o aquella que utiliza combustibles limpios, como el autogas o el hidrógeno.
  5. Contribuir a regenerar los sumideros naturales de carbono: Esta acción será vital para impulsar la retirada de CO2 de la atmósfera. Promover la reforestación y evitar la tala de bosques será una acción fundamental para preservar la calidad del aire.

Sin duda, lograr el balance neto de cero emisiones no es imposible. Eso sí, la implementación de medidas en todos los ámbitos de la sociedad será vital para conseguirlo. Y tú, ¿qué acciones tomas para compensar tu huella de carbono?