Hablamos del presente y futuro del GLP
Con motivo del Día Internacional del GLP, Xavier Martínez Janáriz , Director de Operaciones de Primagas, analiza su presente y futuro en sectores clave como la industria, la movilidad y el entorno rural. El…
A diferencia de la agricultura convencional, que prioriza la producción a corto plazo, la regenerativa apuesta por el equilibrio natural. En lugar de degradar el suelo, lo restaura. ¿Cómo? Aplicando principios como la diversidad de cultivos, el respeto por los ecosistemas y la integración de animales en el proceso agrícola.
La rotación de cultivos: En lugar de plantar siempre lo mismo, se
alternan cultivos para evitar el agotamiento del suelo y reducir plagas.
Por ejemplo, tras cosechar trigo, se puede sembrar legumbres, que
enriquecen el suelo con nitrógeno.
Integración de animales y cultivos: En lugar de usar herbicidas, algunas
granjas introducen ovejas o vacas en los campos, que controlan la maleza de
las hiervas y fertilizan el suelo con su estiércol.
Agricultura de conservación: Se evita remover la tierra en exceso,
manteniendo su estructura natural y reduciendo la erosión.
Agroforestería: Se combinan árboles con cultivos para
proteger los suelos y mejorar el microclima. Un viñedo, por ejemplo, puede
beneficiarse de la sombra de los árboles cercanos.
El compostaje: En lugar de desperdiciar restos de comida o
residuos vegetales, se convierten en abono natural para enriquecer el
suelo y reducir la dependencia de fertilizantes químicos.
Suelos más fértiles: Aumentan la capacidad de retener agua y
nutrientes, reduciendo la erosión.
Menos químicos: Se minimiza el uso de fertilizantes y
pesticidas sintéticos, beneficiando la salud humana y la ambiental.
Mayor biodiversidad: Al respetar los ciclos naturales, se
protegen insectos polinizadores como las abejas, microorganismos y otros
seres vivos clave.
Aliada contra el cambio climático: Al fijar carbono en el suelo y reducir
emisiones, esta agricultura ayuda a mitigar el calentamiento global.
Mejores ingresos para los agricultores: A largo plazo, se reducen los costos de
insumos y se obtienen cultivos más resistentes.
Para que la agricultura regenerativa sea eficiente, es clave
contar fuentes de energía. El Gas Licuado de Petróleo (GLP) se ha convertido en
una solución energética fundamental para el sector agrícola.
El GLP
ayuda a los agricultores a optimizar sus operaciones, aumentando la producción,
la accesibilidad, mayor eficiencia en invernaderos, mejora
el secado de cereales y granos*, etc.
Cada vez son más los
agricultores españoles que están adoptando este modelo. Organizaciones como la Asociación Española de Agricultura Regenerativa* impulsan estas prácticas, promoviendo su implementación y educación en el
sector agrícola.
La agricultura
regenerativa no solo produce alimentos, sino que también restaura la tierra y
protege el futuro. Apostar por ella es invertir en un planeta más sano y
sostenible.