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Impacto del consumo de energía en el medioambiente y las personas

Impacto Del Consumo De Energía En El Medioambiente Y Las Personas

Hoy queremos poner el foco en el impacto del consumo de energía en el medioambiente.

En numerosas ocasiones hemos hablado de los diferentes tipos de energía existentes, de cuáles son más sostenibles, cuáles más eficientes, de cómo podemos contribuir a paliar los efectos del cambio climático o cómo debe ser la transición energética. Pero, ¿cómo afecta a nuestro entorno y el planeta el consumo energético?

Consumo energético insostenible

A lo largo de la existencia del ser humano, el mundo y nuestra forma de vivir ha ido evolucionando a gran velocidad: desarrollo tecnológico, mejora de la calidad de vida, descubrimiento de nuevas fuentes de energía, etc.

Además, paralelamente al desarrollo de la vida humana, la población ha ido creciendo considerablemente, hecho que ha provocado, entre otras cosas, un aumento de la demanda de energía. Esta demanda -aunque cada vez menos-, es en gran medida satisfecha a través de combustibles fósiles. Esto nos ha llevado a una situación de insostenibilidad energética y con un gran impacto medioambiental y para la salud de las personas.

Sabemos que la energía es esencial para el desarrollo social y económico de la población, sin embargo, el problema se encuentra en el uso irracional que se hace de esta y en su origen, mayormente fósil. Por ello, las principales consecuencias del modelo actual de consumo de energía son:

  • Deterioro del medioambiente y la biodiversidad: uno de los problemas más importantes que genera el actual modelo energético se encuentra en el uso de los combustibles fósiles más contaminantes. Y es que la producción y el uso de energía suponen hoy la principal causa, junto con el transporte, de las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Esto provoca cambios en el ecosistema derivados, por ejemplo, de la explotación de yacimientos, la emisión de CO2 y otros gases contaminantes a la atmósfera o la contaminación de aguas o suelos. Todo ello lleva a un aumento de las temperaturas del planeta, una subida del nivel del mar, una pérdida de la biodiversidad y a un empeoramiento de la calidad del aire, entre otros.
  • Agotamiento de recursos: las energías provenientes de los combustibles fósiles, como ya sabemos, no son inagotables; de modo que si se hace un uso excesivo de estos recursos pueden llegar a agotarse antes de lo previsto.
  • Dependencia energética: en el caso de España, la dependencia energética es otro de los elementos destacables de nuestro consumo de energía. Cuando hablamos de dependencia energética hacemos referencia a la cantidad de energía primaria que importa un país para su abastecimiento. En España, donde tan solo se produce un tercio de la energía que se consume, la alta dependencia energética del exterior provoca que la economía sufra la inestabilidad continua del precio, además del riesgo y la inseguridad que esto conlleva, tanto a nivel económico, social como ecológico.
  • Efectos sobre la salud de las personas: debido a la gran cantidad de gases contaminantes que genera el modelo actual de producción energética, la calidad del aire puede afectar gravemente a la salud de las personas. Como veíamos en otro post, actualmente gran parte de la población está expuesta a niveles de contaminación atmosférica considerados nocivos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este hecho puede provocar problemas respiratorios y cardíacos, perjudicar al sistema inmunológico y reducir la calidad y esperanza de vida, entre otros.

Alternativa sostenible: energías renovables

Ante esta situación energética y su impacto en el medio ambiente, la solución pasa por conseguir producir energía de una manera más sostenible. Para hacerlo, las energías renovables son la clave. Con ellas, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero puede ser muy notable. Además, son fuentes de energía limpia y no se agotan. Así, entre sus ventajas encontramos:

  • Fuentes de energía inagotables y limpias: al provenir de recursos renovables como puede ser la fuerza del agua, el viento o el sol, se convierten en una alternativa ideal a los combustibles fósiles tradicionales como el petróleo o el carbón, los cuales pueden llegar a agotarse. Por otro lado, al provenir de recursos naturales, sus niveles de contaminación son mínimos ya que apenas emiten gases de efecto invernadero.
  • Disminución de la dependencia energética: tal y como hemos visto, España tiene una gran dependencia energética del exterior. Con un aumento del consumo de energías renovables, con un gran potencial de crecimiento en nuestro país, podemos lograr una disminución considerable de esta dependencia, con los beneficios que ello conlleva.
  • Coste bajo y ahorro económico: a pesar de que el coste de instalación de algunas energías renovables pueda ser más elevado, a largo plazo, y con el consecuente desarrollo y maduración de éstas, la producción de energía renovable tiene un coste menor a otras fuentes. Así, a lo largo de los años se amortiza la inversión inicial por completo y disminuye su precio final.
  • Creación de empleo: con la investigación, la innovación y la competitividad que pueden ofrecer las fuentes de energía renovable con mayor potencial en España, se produce un desarrollo económico que puede contribuir a la generación de empleo, con los consecuentes beneficios de ello.

 

Eficiencia energética y acceso a fuentes de energía más limpias

Además del uso de fuentes de energía renovables, para garantizar una transición energética eficaz, tampoco debemos dejar de lado la eficiencia energética. A nivel personal, las acciones que llevemos a cabo en nuestro día a día, pueden tener un mayor o menor impacto sobre el planeta y nuestro entorno. Por ello, una de las formas de actuar para limitar las consecuencias del cambio climático consiste en reducir el consumo energético. En la medida de lo posible, cada uno de nosotros debería tratar de cambiar sus hábitos y reducir su consumo de energía para lograr que éste sea más eficiente.

En este sentido, es importante tomar consciencia de la situación climática actual y de nuestra huella de carbono para lograr reducirla. Esto lo podemos conseguir mediante cambios en la iluminación, la climatización, el transporte o nuestro abastecimiento energético, entre otros.

Respecto a esto, en Primagas estamos altamente comprometidos con la transición energética y el desarrollo de las zonas rurales. Nuestro objetivo es garantizar que, poco a poco, la fuente y el suministro de nuestros productos se vuelvan cada vez más renovables, lo que significa más productos de origen orgánico con menos emisiones de CO2.

Por ello, estamos orgullosos de presentar nuestra nueva solución energética de origen renovable: el biopropano. Es igual de eficiente y tiene las mismas aplicaciones que el propano convencional, pero contribuye a reducir tu huella de carbono y las emisiones de CO2. Además, puede convertirse en el complemento perfecto de otras energías renovables, y permite ofrecer una solución energética más limpia a aquellas zonas alejadas de las urbes que no tienen acceso a energías más limpias.