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Comunidades energéticas: qué son y cómo funcionan

Comunidades Energéticas Qué Son Y Cómo Funcionan

La sociedad es cada vez más consciente de la urgencia de combatir la situación de emergencia climática que estamos viviendo. Ante esta situación, surge la necesidad de desarrollar un nuevo modelo de vida más respetuoso y sostenible mediante iniciativas como las comunidades energéticas.

Y es que esta crisis planetaria no solo tiene terribles consecuencias sobre el medio ambiente y la biodiversidad de la Tierra, sino que también presenta severas consecuencias a nivel económico y social. Una de las principales causas de esta alarmante situación deriva de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas por distintas actividades humanas, como la producción energética.

En este escenario, surge el concepto de transición energética, entendido como el camino hacia un nuevo modelo energético, menos contaminante y más respetuoso con el entorno. Así, nace una voluntad de desarrollar nuevos paradigmas de producción y consumo energético que nos ayuden a ser más sostenibles.

En este artículo vamos a hablar sobre las comunidades energéticas, un nuevo modelo de consumo colectivo que podría jugar un papel clave para cumplir con los objetivos de la transición energética.

¿Qué son las comunidades energéticas?

Las comunidades energéticas son entidades jurídicas formadas por ciudadanos, administraciones o pymes que se organizan con el objetivo de generar, usar y gestionar su propia energía local. Estas comunidades, de naturaleza democrática, persiguen el ahorro de energía y la eficiencia energética.

A continuación, relatamos las principales actividades de una comunidad energética.

  • Generación de energía procedente de fuentes renovables: Bajo un modelo de autoconsumo compartido y con plantas de generación colectivas.
  • Distribución, gestión, suministro, agregación y almacenamiento de la energía.
  • Intercambio de energía entre usuarios particulares bajo modelo P2P (red entre iguales).
  • Prestación de servicios de eficiencia energética: Servicios de asesoría para que vecinos, comercios e industria local puedan reducir sus consumos y su factura energética.
  • Servicios de recarga para vehículos eléctricos u otros dispositivos.

 

Ventajas de las comunidades energéticas

Las comunidades energéticas presentan numerosas ventajas. Estas son algunas de ellas:

  • Se trata de un sistema cooperativo, descentralizado, ético y eficiente.
  • Ofrecen a los ciudadanos un acceso justo y simplificado a recursos de energía limpia y renovable, pudiendo incluso beneficiarse de inversiones en los mismos.
  • Empoderamiento ciudadano. Los usuarios tienen el control y pueden cubrir sus necesidades energéticas a través de un modelo de autoconsumo.
  • Las comunidades energéticas generan oportunidades de inversión para ciudadanos y pymes locales. Este sistema ofrece la posibilidad de generar ingresos a través de la comercialización de la energía, permaneciendo el beneficio en el ámbito de la comunidad.
  • Beneficios ambientales. Las comunidades energéticas impulsan el consumo de una energía limpia y renovable. No emiten emisiones contaminantes y contribuyen a paliar los efectos del cambio climático.

¿Cómo funcionan las comunidades energéticas? Puesta en marcha

Las comunidades energéticas nacen con la creación de una entidad jurídica (cooperativa, asociación, sociedad limitada, comunidad de bienes, etc.).

La redacción del proyecto para su puesta en marcha requiere la implicación de un profesional o de una empresa cualificada para estas tareas. Según el perfil de la comunidad y de las tecnologías que se utilizan, pueden surgir diferentes necesidades.

Una vez aprobado el proyecto técnico, los socios de dicha entidad se encargarán de contratar la infraestructura necesaria para poder llevar a cabo la producción energética sostenible.

La gobernanza y la gestión del sistema se llevará a cabo de manera comunitaria.

 

Normativa y legislación

España trabaja en la actualidad en el desarrollo de un marco normativo que regule la figura de las comunidades energéticas. El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) distingue entre dos figuras: las Comunidades de Energías Renovables y las Comunidades ciudadanas de Energía.

En el caso de las Comunidades de Energías Renovables, quedaron reguladas a través del RDL 23/2020, por el que se aprobaron medidas en materia de energía. Este decreto garantiza y facilita “el derecho de los consumidores a participar en proyectos de energías renovables a través de los cuales puedan producir, consumir, almacenar o vender energías renovables, así como compartir dicha energía en el seno de la comunidad”.

Por su parte, la Comisión Europea procedió a definir estos dos conceptos en la directiva 2018/2001.

Financiación de proyectos y ayudas

El IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) anunció en 2019 un programa de ayudas a fondo perdido para impulsar el desarrollo de Comunidades Energéticas Locales (CEL).

Por otro lado, muchos municipios españoles otorgan cierto tipo de subvenciones y ayudas, esencialmente en términos de reducción de impuestos locales, a las instalaciones de generación energéticas a partir de las fuentes renovables.

Existen otros instrumentos financieros interesantes de cara a poner en marcha una comunidad energética, como la deducción de las inversiones en el IRPF.

Casos de éxito de comunidades energéticas

A pesar de que el desarrollo de comunidades energéticas es algo reciente, cada vez son más los lugares dónde nacen este tipo de proyectos. Entre los casos más destacados encontramos:

Lasierra, Álava: en la localidad alavesa de Lasierra nace una de las primeras Comunidades Energéticas Locales siguiendo las características que establece la Directiva Europea sobre fomento del uso de energías renovables. Además, se trata del primer lugar del País Vasco dónde se implanta un proyecto de este tipo. Cuenta con paneles fotovoltaicos con una producción energética anual de 18.935 kWh mediante la cual se evitará la emisión de 12 toneladas de CO2 y se logrará un ahorro en la factura energética del 55%.

 

Mancomunidad 'Duquesa de Badajoz’: Proyecto de rehabilitación energética en la Mancomunidad Duquesa de Bajadoz, en Alcalá de Henares (Madrid). La mancomunidad alberga 768 viviendas. En el proyecto se plantea la reducción de la demanda energética en más de un 35% con el aislamiento térmico por el exterior. Además, se renuevan las calderas de los edificios sustituyéndolas por biomasa, consiguiendo así otro 20% de ahorro energético. La Mancomunidad también procede a instalar repartidores de costes de calefacción con válvulas termostáticas, consiguiendo un ahorro energético adicional del 15%. Por otro lado, se instala un sistema de autoconsumo eléctrico fotovoltaico para abastecer el 50% de la electricidad comunitaria.

Cooperativa Acequia de Mestalla: Proyecto de obra nueva de 7 rascacielos residenciales que se quieren construir sobre el terreno del antiguo estadio de fútbol del Valencia Club de Fútbol. Además, el complejo albergará un centro comercial y un área recreativa. En cada rascacielos vivirán 100 vecinos. Se estudia implantar una comunidad energética que incluya un DHC de biomasa, apoyado en pozos geotérmicos, fachadas y pérgolas fotovoltaicas, así como un sistema de generación eléctrica renovable para su autoconsumo con aerogeneradores eólicos.

Las comunidades energéticas y su papel en la transición energética

Apostando por un sistema colectivo, basado en el autoconsumo y en las energías renovables, los miembros de las comunidades energéticas conseguirán no solo un importante ahorro económico, sino que verán reducido su impacto medioambiental.

Los objetivos de la transición energética nos conducen a la neutralización total de las emisiones contaminantes en 2050 y en esta misión, todos (ciudadanos, instituciones y empresas) jugamos parte.

Sin duda, las comunidades energéticas se constituirán como una herramienta clave para alcanzar dicha meta.