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Biometano: qué es y situación en España

Biometano Qué Es Y Situación En España

Estos últimos años, se han desarrollado energías alternativas más limpias que nos permiten respetar el medioambiente y ser más sostenibles. Algunos ejemplos de energías alternativas podrían ser el biopropano o biometano, entre otras. 

Y es que, desgraciadamente, temas como el cambio climático y el calentamiento global, las emisiones de CO2 o la huella de carbono están a la orden del día y, poco a poco, está empeorando la situación del planeta. Es por ello por lo que, debemos concienciarnos para ayudar al planeta y contribuir al cambio mediante diferentes acciones como un consumo responsable de energía o el uso de energías más limpias.

En este post os hablamos sobre el biometano, sus usos, las ventajas de su utilización y los retos a los que tendrá que hacer frente para su inyección en la red de gas.

¿Qué es el biometano y qué usos puede tener?

El biometano es un gas con una elevada concentración de metano que se obtiene a partir de desechos biológicos, como residuos agrícolas (paja, cultivos intermedios, estiércol…), cultivos energéticos, lodos de aguas residuales, residuos orgánicos domésticos e industriales… De forma sencilla, el biometano es la energía verde que se obtiene de nuestros residuos.

Sus características principales son:

  • Muy semejante al gas natural en cuanto a su composición química y poder energético. Es por ello por lo que podría utilizarse para los mismos usos, como su inyección en la red de gas, combustible para vehículos o producción de energía eléctrica.
  • Energía de origen 100% renovable, ya que procede de desechos biológicos, cultivos energéticos, lodos de agua residuales o residuos orgánicos domésticos e industriales.
  • Se trata de una alternativa sostenible al tratamiento de residuos, ya que contribuye al desarrollo de la economía circular.

¿Cómo y dónde se produce el biometano?

Para obtener biometano, se somete a un proceso de limpieza el biogás obtenido de los residuos orgánicos. Este proceso de limpieza se denomina “upgranding” y, gracias a él, se eliminan todas las impurezas del gas como, por ejemplo, el CO2. Cuando el contenido de metano alcanza o supera el 96%, podemos comenzar a llamarlo biometano, ya que este es el porcentaje que tiene que alcanzar para ser utilizado como gas natural.

Otra opción para su producción sería capturar CO2 de otras fuentes, como por ejemplo la industria o las plantas térmicas de generación y, posteriormente, combinarlo con hidrógeno verde. Este proceso se denominaría “Power to gas” y gracias a él se obtiene el llamado metano sintético.

Estos procesos habitualmente tienen lugar en plantas de producción de biometano, que son los lugares diseñados y habilitados para ello.

Ventajas y oportunidades del biometano

Algunas de las ventajas y oportunidades del biometano son:

  • Reutilización de los residuos procedentes de la ganadería, la industria agroalimentaria, de la recogida de residuos municipales y de las aguas residuales, contribuyendo al desarrollo de la economía circular.
  • Las plantas depuradoras en las plantas EDAr (tratamiento de aguas) están cerca de los núcleos urbanos y de la red de gas, lo que permite el uso local de gas renovable. De esta forma, se evitan los largos viajes del combustible por barcos y gaseoductos.
  • Impulsa la economía local. Permite reducir la dependencia energética del exterior, ya que proporciona energía que se genera localmente.
  • Su producción genera empleos verdes en zonas agrícolas.
  • Es el combustible energéticamente más eficiente, siendo ahora ya el primer biocombustible de segunda generación ampliamente disponible.

Retos del biometano

Los principales retos a los que está teniendo que hacer frente el biometano son:

  • Falta de reconocimiento político: Son muy pocos los Estados Miembros que han establecido objetivos específicos para el biometano. Además, a nivel europeo no se suele mencionar el biometano explícitamente en documentos políticos ni legislativos, sino que aparece incluido en términos de gas natural o biocombustibles.
  • Insuficientes incentivos fiscales: En muchos casos, los gases verdes se quedan fuera de los planes nacionales de apoyo a las energías renovables, que solo tienen en cuenta a la electricidad verde.
  • Falta de cooperación transfronteriza: Existe una gran dificultad para el comercio trasfronterizo, debida a las diferentes normas técnicas y sistemas de certificación, así como la reticencia de los Estados Miembros para aprovechar los mecanismos de cooperación de la Unión Europea.
  • Falta de una normativa común europea sobre la calidad del gas para acceder a la red de gas: Las normativas de calidad nacionales que han establecido los países que inyectan biometano en la red son considerablemente diferentes entre ellas.
  • Insuficiente infraestructura para combustibles CNG/GNL para vehículos: La red de estaciones de servicio de gas y el número de vehículos propulsados por gas no es suficiente en la mayor parte de Europa.

Situación del biometano en Europa y en España

Actualmente, existen en Europa alrededor de 992 plantas depuradoras de gas biometano. La realidad es que no se reparten equitativamente entre los diferentes países, sino que, en su mayoría, se encuentran concentradas en los países con mayores recursos. En concreto, 306 de ellas pertenecen a Francia, 242 a Alemania…

Un ejemplo interesante es el caso de Suecia, donde el uso del biometano como combustible ha superado ya al gas natural comprimido, con un mercado del 57%.

Desde el año 2014, España cuenta con una planta de biometanización que se encuentra en Madrid, concretamente en el Parque Tecnológico de Valdemingómez. En ella se trata la parte orgánica de los RSU de la Comunidad de Madrid mediante digestores anaerobios, sometiendo el gas resultante a un proceso de “upgrading” para su posterior inyección en la red gasista como biometano.

Potencial del biometano

El gas biometano tiene un potencial muy elevado. Según algunos estudios, el tratamiento de todos los lodos de depuradora de las plantas españolas permitiría cubrir sobre un 6% de las necesidades de gas de los hogares. Si a estos se sumase el tratamiento de los residuos agrícolas y ganaderos, así como los de la industria alimentaria, se podría producir suficiente biometano para cubrir el 64% del consumo doméstico en España.

Se prevé que antes de que acabe 2022, habrá 12 plantas de biometano en explotación en España y estarán en proyecto otras 30. Se estima que para 2024, España contará con un total de 64 plantas de biometano. Es una previsión buena, que lograría producir 2.077 Gwh/año en nuestro país a partir de ese momento.

En el caso de Francia, el objetivo que se han propuesto es más ambicioso. Para 2050 esperan tener una red con gas 100% de origen renovable.

No cabe duda de que, en este momento, más que nunca, es imprescindible trabajar conjuntamente para conseguir un futuro más sostenible. Tenemos que aprovechar todas las oportunidades que se encuentran al alcance de nuestras manos para que la situación del planeta deje de empeorar a estos ritmos tan elevados. Por ello, habrá que luchar para superar los retos a los que el biometano y otras energías limpias están teniendo que hacer frente y conseguir un despliegue en la producción de estas energías para aumentar su uso.