¿Cómo reducir la huella de carbono en casa?
Los científicos y expertos en el clima han advertido que es necesario tomar medidas urgentes y ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar los peores impactos del cambio…
En España una de las alternativas más comunes para la obtención de agua caliente o calefacción son las calderas. Estos sistemas constan de una zona estanca denominada quemador en la que se procede a transformar una fuente de energía o combustible en calor.
En este artículo, en concreto, queremos hablarte sobre las calderas híbridas y sus ventajas. Las instalaciones híbridas son cada vez más frecuentes. El incremento en la demanda de estos sistemas obedece tanto a motivos ecológicos como a sus ventajas en términos económicos.
Las calderas híbridas son aquellas que utilizan como fuente de suministro una combinación de energía solar y de un combustible convencional. Este tipo de calderas utiliza, de manera primaria, la energía solar para generar calor. En el caso de que no hubiese suficiente energía solar disponible, la caldera se abastecería a través del combustible almacenado.
La particularidad de las calderas híbridas es que nos permite aprovechar los beneficios de dos tipos de calderas diferentes a través de un único sistema.
Estas calderas están compuestas por dos elementos principales: los captadores solares y el depósito de almacenamiento.
Los captadores solares se colocan en el exterior de la vivienda y se dedican a recolectar el calor que deriva de las radiaciones solares para calentar el agua. Por otro lado, los depósitos de almacenamiento (acumuladores) se instalan en el interior de la vivienda y, como su propio nombre indica, sirven para almacenar el agua calentada por los captadores. Ambos van interconectados por circuitos hidráulicos para posibilitar el abastecimiento de agua caliente sanitaria y calefacción.
En lo relativo a los tipos de calderas híbridas que se encuentran hoy en el mercado, podemos encontrar diferentes opciones:
Las ventajas de las calderas híbridas son muy numerosas. En primer lugar, debemos tener en cuenta que estas soluciones nos permiten combinar dos sistemas de calefacción en una única infraestructura o aparato. Así, podemos aprovechar las ventajas de ambos, sin necesidad de duplicar la inversión o de utilizar más espacio físico para la instalación. La instalación de las calderas híbridas es, además, sencilla y rápida.
Otro de los aspectos más interesantes para tener en cuenta cuando hablamos de las calderas híbridas es el importante ahorro económico que generan. Este tipo de sistemas solo consumen 1Kw por 4Kw de la energía calorífica producida. La inversión inicial de la instalación se amortiza rápidamente, puesto que el sistema proporciona ahorros de hasta un 65% en la factura energética anual.
Este tipo de calderas proporcionan además comodidad y confort. Gracias a su funcionamiento mixto, garantizamos un suministro fijo y constante.
Por otro lado, no debemos olvidar que las calderas híbridas utilizan fuentes de energía renovables (energía solar), una solución ecológica, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
No cabe duda de que nuestra sociedad mira a un futuro sostenible. La crisis climática nos obliga a tomar medidas urgentes y las instituciones ya han marcado una serie de hitos que los países deberán cumplir, para reducir sus emisiones contaminantes.
En este sentido, los sistemas de calefacción libres de emisiones y respetuosos con el medio ambiente se consolidan como la mejor opción de cara a invertir a largo plazo. Así, las calderas híbridas se consolidan como una excelente alternativa para cumplir con los objetivos de la transición energética.
Sin embargo, este tipo de calderas no están recomendadas para todas las viviendas, dado que será imprescindible la incidencia frecuente de los rayos de sol. Por ejemplo, las calderas híbridas (o solares) no serían las más adecuadas para aquellas viviendas orientadas al norte, puesto que reciben menos rayos de sol.
Si las calderas híbridas no son adecuadas para tu vivienda, deberías considerar las calderas de condensación a gas, puesto que son otra de las opciones más eficientes y adecuadas para afrontar la transición energética.
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