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¿Cómo repostar Autogas con seguridad?

A diferencia de los combustibles convencionales, el repostaje de GLP requiere seguir un procedimiento específico. Con esta guía aprenderás paso a paso cómo repostar GLP correctamente.

1ºBusca una estación de servicio compatible: Como no todas las gasolineras disponen de surtidores de GLP.

2ºApaga el motor y desconecta dispositivos electrónicos: Antes de repostar, es obligatorio seguir estas indicaciones y cierra las ventanillas del coche :
Apaga el motor.
Desconecta cualquier aparato eléctrico, como móvil, radio, etc.
Asegúrate de que no haya fuentes de ignición cerca.

3º Localiza la toma de llenado de GLP : En los vehículos adaptados, la toma de llenado suele estar junto a la boca del depósito de gasolina o en el parachoques trasero. En cambio, en los modelos de fábrica, suele estar integrada de forma discreta.

4º Para repostar correctamente: 
Abre la tapa de la toma de GLP.
Colócate los guantes de protección que encontrarás en la estación de servicio.
Acopla la boquilla de la manguera, asegurándote de que encaja correctamente.
Gira la boquilla en el sentido indicado hasta que quede bien sujeta.
Algunas estaciones requieren el uso de un adaptador dependiendo del tipo de boquilla: europea, italiana o americana.

5º Inicia el llenado: Ahora es momento de presionar el botón de repostaje en el surtidor. Notarás un leve zumbido y un ligero flujo de gas, lo cual es normal. El repostaje se detendrá automáticamente cuando el depósito alcance el 80 % de su capacidad, una medida de seguridad estándar para permitir la expansión del gas. Una vez acabado el llenado no vuelvas a apretar el botón de repostaje.
Permanecer fuera del vehículo: el conductor y acompañantes deben mantenerse fuera del vehículo durante el llenado.

Consejos para repostar GLP con seguridad y eficiencia

Con el fin de garantizar la protección y optimizar el rendimiento de tu vehículo, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

No fumes ni uses dispositivos electrónicos cerca de la zona de repostaje.

Comprueba periódicamente la estanqueidad del sistema de GLP, llevando a cabo revisiones técnicas periódicas.

Reposta en estaciones certificadas, evitando instalaciones de dudosa calidad.

Evita repostar con el depósito completamente vacío, ya que esto puede afectar a la presión del sistema.

Respeta la normativa local, pues algunas ciudades tienen restricciones sobre el repostaje de GLP en zonas cerradas.