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¿Cómo reducir la huella de carbono en casa?
Los científicos y expertos en el clima han advertido que es necesario tomar medidas urgentes y ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar los peores impactos del cambio…
En artículos anteriores, te hemos presentado las opciones que existen para disfrutar de los beneficios del gas cuando no se tiene acceso a la red de gas natural. Hoy queremos realizar una comparativa entre las alternativas más populares - bombonas de gas vs depósito de gas - para que puedas decidir cuál te conviene más en tu caso particular.
Las bombonas y los depósitos son los contenedores que se utilizan para la comercialización del gas licuado. Estos gases destacan por su alto poder calorífico y son muy utilizados para la calefacción, cocina y agua caliente sanitaria.
Las dos alternativas de distribución son seguras y están orientadas al suministro de clientes individuales, ya sean viviendas o empresas. La diferencia más evidente entre los dos tipos de contenedores, es que las bombonas de gas se distribuyen con una cantidad predeterminada de gas envasada y en el caso del depósito, el gas se distribuye a granel.
Las bombonas de gas se comercializan en diferentes tamaños que van desde los 6 kg hasta los 35 kg. El formato más común para viviendas de consumo medio es el de 11kg, siendo el de 35kg el más habitual en viviendas con consumos elevados o pequeñas empresas. Cuando la cantidad de gas contenida en la bombona se agota, tendremos que ponernos en contacto con el proveedor para que proceda a su reposición. Es importante mencionar que los únicos gases que se pueden comercializar en bombona son el butano y el propano.
Los depósitos de gas, sin embargo, permiten el suministro de gas propano y de gas natural licuado (GNL). El depósito consiste en un tanque que se instala en las inmediaciones de la propiedad y permiten el almacenaje de cantidades de gas mucho mayores. Para reponer el gas, el proveedor enviará periódicamente un camión cisterna que procederá a su recarga.
Existen varias opciones en la instalación de los depósitos de gas:
Además de su instalación, también podrás elegir el régimen del depósito. Es decir, como usuario, tendrás la oportunidad de decidir si quieres un depósito en alquiler o si por el contrario, prefieres tenerlo en propiedad. En el primer caso, como cliente pagarás una cuota de uso mensual y el proveedor será el encargado de afrontar todos los costes de mantenimiento. En el segundo, el depósito será tuyo y no tendrás que hacer frente a tarifas de uso mensual, pero tendrás que asumir las posibles averías y los mantenimientos oportunos.
En la mayoría de casos, la instalación del depósito suele correr a cuenta de los proveedores del gas, por lo que la inversión inicial será la mínima para el cliente.
El precio del gas envasado en bombonas varía en función de su tamaño. En las botellas o bombonas de 11 kg, las más habituales en los hogares de consumo medio, el precio del gas está regulado por el Gobierno (al momento de la redacción de este artículo, la botella de propano de 11 kg se sitúa en los 10,69€ de acuerdo al BOE). Sin embargo, el precio está liberado en las bombonas de gas propano de 35 kg y es la compañía proveedora quien lo fija.
El precio del gas propano a granel también está liberado y será la propia compañía proveedora la encargada de determinarlo. Por ello, es importante que pidas distintos presupuestos adaptados a tu consumo y que compares entre las diferentes opciones antes de tomar una decisión.
Puedes acceder a nuestro comparador de energía para conocer qué posibilidades energéticas existen y las ventajas e inconvenientes de unas frente a otras.
La mayor ventaja de las bombonas de gas es su tamaño, ya que ocupan poco espacio físico y son ideales para viviendas pequeñas que carecen de espacio para poder instalar el depósito. Además resisten temperaturas muy frías sin perder rendimiento o poder calorífico, por lo que son perfectas para las zonas más frías del país.
La instalación de las bombonas de gas es muy sencilla y no requiere ningún tipo de obra.
Sin embargo, las bombonas de gas también presentan algunos inconvenientes. Como su autonomía es menor, tendrás que estar muy pendiente de los consumos para poder avisar al proveedor antes de que se agote el suministro. De no hacerlo, te verás expuesto a posibles interrupciones o cortes de energía.
Por otro lado, cabe mencionar que el 15% del gas de cada botella no se puede consumir y se devuelve cada vez que se cambia la bombona, lo que supone una pequeña pérdida del material que habrás adquirido y pagado previamente.
Respecto a las ventajas del depósito de gas propano, podemos resaltar su comodidad, ya que el depósito contiene una mayor cantidad de gas y su depósito se recarga con menos frecuencia. Cuando esté por agotarse el suministro, bastará con llamar al proveedor para que proceda a su recarga con un camión cisterna. También existe la posibilidad de instalar una herramienta de telemedida que, de manera automática, alertará al proveedor cuando el nivel de gas sea mínimo, sin que tú tengas que estar pendiente.
Como ya hemos mencionado, el precio del gas a granel es inferior al del gas envasado en bombonas, por lo que supondrá un importante ahorro para el usuario a medio-largo plazo, pudiendo llegar a ser hasta de un 40%.
El principal inconveniente de este formato se refiere a su instalación. Para poder llevar a cabo la instalación del tanque necesitas disponer de un espacio amplio y deberás llevar a cabo una pequeña obra. Pese a que la instalación puede parecer laboriosa en el momento inicial, se ejecuta de tal manera que no se hace necesario interrumpir tu actividad y día a día.
Para entender si te conviene más un suministro de gas en bombona o en depósito, lo primero que tendrás que hacer será evaluar tus volúmenes de consumo y el espacio del que dispones.
Sin duda, si dispones de espacio físico, la opción más conveniente será la distribución de propano a granel a través de depósito. Con esta opción ganarás en comodidad y reducirás el riesgo de interrupciones en el suministro. Además, resultará la alternativa más rentable, permitiéndote reducir notablemente tu factura energética.
Es importante comentar que el cambio de bombonas a depósito es muy sencillo, ya que la caldera o instalación interior será la misma. La única variación consistirá en la instalación externa del depósito.
Si necesitas información adicional sobre el funcionamiento de los depósitos de gas o sus parámetros de instalación, ponte en contacto con nosotros.
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