Entender el precio del gas no debería ser un misterio. Por eso, en este video explicamos qué factores influyen, cómo se ajusta y por qué es importante que nuestros clientes estén informados.
Nuestro Director Comercial, Miquel Castro Yáñez, lo explica en este vídeo de forma clara y directa.
¿Te has preguntado alguna vez cómo se calcula el precio del GLP y por qué es tan económico?
El precio del GLP en España es el resultado de una compleja interacción de factores internacionales (coste de la materia prima, tipo de cambio), costes de la cadena de suministro (como extracción, transporte, comercialización, etc. ) y la carga fiscal impuesta por el gobierno.
El precio del gas y las cotizaciones internacionales de los productos refinados, como el GLP, son el factor fundamental del precio final. Estas cotizaciones fluctúan en función de la oferta y la demanda global, factores geopolíticos, decisiones de los productores, etc.
Pero el precio del gas no depende sólo de la materia prima del gas en los países de origen, sino hay que tratarlo y transportarlo desde los pozos gasistas hasta la casa del cliente. Estos procesos implican los costes de refino, logística, almacenamiento, distribución y comercialización. A esto hay que sumar los impuestos, que en España son fundamentalmente el Impuesto sobre Hidrocarburos (IEH), que es un impuesto especial fijo por litro, y el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), que actualmente es del 21% y se aplica sobre la suma de los anteriores componentes.
Las tarifas de gas se calculan mensualmente basándose en los índices de referencia que marca el precio del gas en el mercado internacional. Los diferentes índices indexados internacionales del gas son los que marcan la variabilidad de las tarifas. Tales índices varían según las condiciones de oferta y demanda, las fluctuaciones económicas y otros factores externos, como los cambios meteorológicos o las tensiones geopolíticas.
Al estar la tarifa vinculadas a estos índices internacionales, el precio del consumidor variará cada mes en función del índice de precio que haya tenido el gas a lo largo de ese periodo. Este sistema permite al usuario aprovechar precios más bajos en épocas de menor demanda, como los meses más cálidos, pero implica la posibilidad de enfrentarse a costes más elevados durante los picos de consumo, por ejemplo, en invierno.
}
}
}
}